Hace unos días nos llegó a clase una carta, nos escribía un paleontólogo llamado Julián y junto a la carta nos había dejado una roca y unas pequeñas herramientas, seguimos las instrucciones de Julián y la limpiamos con cuidado hasta que por fin aparecio un pequeño esqueleto de dinosaurio. Nos gustó mucho la experiencia así que decidimos que seremos paleontólogos e investigaremos sobre estos fabulosos animales.
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